La edición de vídeo es un proceso por el cual un editor
coloca fragmentos de vídeo, fotografías, gráficos, audio, efectos digitales y
cualquier otro material audiovisual en una cinta o un archivo informático. El
objetivo de la edición es presentar un programa terminado para emitirlo por
televisión, generar copias para su venta o servir como base para otros más
acabados.
El término «edición» solía confundirse con la palabra
«montaje» por ser oficios parecidos en sus objetivos, pero la edición se
refería únicamente al vídeo y empleaba medios técnicos diferentes a los del
montaje, que sería una palabra propia del mundo cinematográfico. En el siglo
XXI la informatización ha unido los dos procesos.
Según los autores y en la era digital existirían cuatro
tipos de edición de vídeo: por corte o A/B roll, dependiendo de si se utilizan
o no cortinillas, y on-line u off-line, es decir, definitiva o provisional.
Cuando se utilizaba la edición lineal existían otras, pero la edición no lineal
con acceso aleatorio las hizo desaparecer.
La evolución de la edición de vídeo ha pasado por varias
fases. Inicialmente, 1958, se trató de imitar el proceso cinematográfico de
cortar y pegar trozos de cinta. El siguiente paso se dio en la década de 1970
con la edición lineal, empleando dos o más magnetoscopios y muchas veces dos
salas con equipamiento distinto. En 1988 apareció el primer sistema digital y
en 1992 surgió el primero totalmente digital gracias a las memorias flash y los
algoritmos de compresión para vídeo. No existe consenso entre los expertos
sobre cómo será el futuro. Técnicamente lo ideal quizá sería una unión entre la
norma del cine y la de la televisión, pero intereses de distintos tipos pueden
impedirlo.
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